«Beelzebub-jou no Okinimesu mama» rompiendo estereotipos

«Beelzebub-jou no Okinimesu mama» rompiendo estereotipos

Escrito por: Salvador Jiménez Figueroa
Escrito por: Salvador Jiménez Figueroa

En el manga y anime es común encontrarse con historias que van completamente en contra de relatos populares. Los autores transforman la personalidad y el mundo de personajes que viven en la consciencia colectiva de la humanidad, creando nuevos ingredientes para una nueva historia. Éste es un método efectivo de atrapar a la audiencia incluso antes de que lea/vea el primer capítulo. Con solo las imágenes promocionales o la sinopsis de una serie se puede causar un interés inmediato, pues sus elementos base tienen mucho valor de impacto.

Lo interesante de una serie es qué hace con la atención que gana con este tipo de premisas, qué historia construye con ingredientes que parecen completamente innecesarios o aleatorios. Beelzebub-jou no Okinimesu mama (Como guste la señorita Belcebú) es una comedia con romance que pinta un retrato del infierno como si éste fuera gobernado como un reino militar pacífico y armonioso. Cubierto en una paleta de colores pastel, el Pandemónium es donde los generales mayores se encargan de administrar este lugar de acuerdo a la voluntad de Dios, haciendo pruebas a los humanos para cuando llegue el Día del Juicio. 

Este anime usa la re-imaginación de un lugar tan tradicionalmente oscuro como el infierno para fines cómicos, y de paso permite pensar en este lugar sin causar angustia y pavor. Gracias a eso, al mismo tiempo y tal vez por accidente, Beelzebub-jou muestra dinámicas positivas de amistad y romance e invita a permitirnos romper estereotipos, así como evitar hacer prejuicios.

La mayor figura de autoridad es la señorita Belcebú, un demonio con figura femenina obsesionado con las cosas suaves y esponjosas. A pesar de su fuerte e íntegra imagen pública, pasa sus días comiendo dulces y soñando con animales suavecitos. Su nuevo asistente Mullin pasa el tiempo ayudando a que cumpla con todas sus tareas. La naturaleza amable y comprensiva de Mullin hace que Belcebú se interese en él al principio de la serie. Ambos personajes son más complicados que estas breves descripciones, y su dinámica evoluciona a lo largo del anime de una forma que se siente natural e interesante de ver.

Pero la ruptura de estereotipos más interesante es la presentación de Azazel. En el segundo capítulo del anime Mullin se topa con este demonio musculoso y misterioso, que habla solo con letreros. Azazel salva a Mullin de una caída y éste lo sigue por curiosidad. Pronto se da cuenta que Azazel disfruta mucho la repostería y la creación de peluches. Su habitación es rosa y la adornan cuadros de flores, y revela que no habla con letreros por algún voto de silencio ni para verse más interesante, sino que tiene problemas de comunicación. Azazel es reservado porque no quiere decepcionar a la gente por su apariencia. Mullin, por el contrario, después de conocer bien a Azazel encuentra formas de convivir con él a través de sus intereses. Incluso termina ordenando la misma comida que él, hot cakes especiales con forma de oso.

El programa nos muestra en este tipo de escenas cómo podemos convivir con los demás en armonía si dejamos de guiarnos por nuestros prejuicios, mientras todos continuemos haciendo nuestro trabajo y tratando a los demás con respeto. De cierta forma, esta transformación de la imagen del Pandemónium nos invita también a sentir la libertad de relacionar cosas usualmente consideradas “femeninas” con cualquier tipo de lugar, situación y persona. La apreciación de la belleza, la búsqueda de armonía y la validación de las emociones pueden ayudar a cualquier ser humano a vivir más plenamente si se lo permite a sí mismo.